Los inicios de BCN3D se remontan al 2012, cuando en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) se creó una iniciativa para divulgar tecnología 3D entre sus alumnos, los profesionales independientes y las pequeñas empresas. Empezaron fabricando impresoras de escritorio en formato kit. Eran muy básicas y, al poco tiempo, el mercado ya pedía algo más sofisticado. Así que en el 2015 lanzaron la impresora Sigma, que es capaz de duplicar la productividad respecto a las impresoras 3D más convencionales y a la vez permite imprimir en dos colores y dos plásticos distintos.
BCN3D vende a todo tipo de empresas y sectores. Entre sus clientes, se incluyen desde pequeñas y medianas empresas a grandes corporaciones. Desde sus inicios BCN3D ha comercializado alrededor de unas 5.000 máquinas por todo el mundo. En el 2018, facturaron 3,5 millones y el 85% fueron exportaciones. Sus principales mercados son Alemania, España y Estados Unidos.
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